sábado, 31 de julio de 2010

STING SINFÓNICO

Recientemente tuve la oportunidad de escuchar Symphonicities, el más reciente lanzamiento de Sting en el que el vocalista británico explota nuevamente su vena clásica con la ayuda de la Royal Philharmonic Concert Orchestra (quienes le acompañarán en la gira), el New York Chamber Consort, los London Classical Players y un distinguido grupo de colaboradores entre los que destaca la inclusión de la vocalista australiana Jo Lawry.

Así, un poco excéptico, procedí a adentrarme en el disco, encontrando el mismo fácil de asimilar para quienes tenemos gusto por el género clásico, pero con la certeza de que el mismo seguramente pudo madurarse un poco más antes de plasmarse en este cuarto trabajo para la Deutsche Grammophon. Independientemente de esto, el álbum es un verdadero viaje musical en el que el músico se ha dado a la tarea de reinterpretar varios éxitos pasados y de dar una segunda oportunidad a canciones que por una u otra razón quedaron a la sombra, quizás esperando un momento como este para resurgir sabiendo que algunas veces el tiempo tiende a mejorar las cosas.

Iniciamos el recorrido con una enérgizante versión de Next To You, canción que nos traslada a 1978, cuando The Police presentaba su primera producción, Outlandos d'Amour.

Seguidamente una de mis favoritas, la siempre fresca Englishman in New York que ya en su original de 1987 posería un agradable acompañamiento de cuerdas y la colaboración de Branford Marsalis. La versión de Symphonicities presenta lo propio a partir del segundo minuto con una agradable vivacidad.

Como tercera pista encontramos la rendición de Every Little Thing She Does is Magic, uno de los clásicos más reconocidos de The Police que seguramente levantará de sus asientos a quienes tengan la oportunidad de asistir a alguna de las fechas en que Sting se presentará en vivo con un arreglo que, sin quitar mérito a la original definitivamente se muestra como una verdadera obra maestra.

Luego pasamos a una de mis porciones favoritas del disco que inicia con I Hung My Head, incluida originalmente en el álbum Mercury Falling en 2002 y que también gozó de una versión grabada por el legendario Johnny Cash.

Otra canción poco conocida que aparece en el álbum es You Will Be My Ain True Love, grabada en el 2003 por Sting junto a Alison Krauss para la banda sonora de la película Cold Mountain, entre otros reconocimientos, esta canción obtuvo nominaciones a los Premios de la Academia, a un Grammy y a un Globo de Oro. En esta canción encontramos ya el acompañamiento vocal de Jo Lawry.

Llegamos a Roxanne, una pieza infaltable en el repertorio de Sting y cuya versión es un verdadero deleite con matices muy diferentes a los de su original de 1979, partiendo de la tonalidad utilizada por el vocalista en casi la totalidad de la pieza que proporciona a la misma una fortaleza interpretativa que solo la experiencia puede dar.

When We Dance formó parte de Fields Of Gold: The Best of Sting 1984-1994 y sin lugar a dudas surgió como un acercamiento del músico a composiciones como las que incluyó en esta singular obra. Para esta nueva versión contó también con la delicada inclusión de la voz de Jo Lawry ayudando a matizar algunos pasajes específicos de la misma.

En The End Of the Game, que originalmente apareció como lado B del sencillo Brand New Day en el 2000, encontramos nuevamente la voz de Lawry, fusionada con la de Sting en mayor forma que en las otras pistas, así como la incorporación de elementos propios de la música tradicional occidental de Gran Bretaña que enriquecen la canción.

I Burn For You es otra canción a la que se da una segunda oportunidad luego de su aparición en Bring On The Night, material en vivo del artista aparecido en 1986.

We Work the Black Seam nos remonta a 1985, año en que Sting debutaba oficialmente como solista con Dream of The Blue Turtles y se presenta en Symphonicities como un verdadero juego de sonidos entre la voz de éste y la orquesta,

She's To Good For Me es la debutante en este trabajo y diría que al igual que Next To You, rompen muy radicalmente con el ambiente propiciado por el resto de composiciones, incluyendo Every Little Thing She Does is Magic. A pesar de ello resulta una propuesta interesante en cuanto a la fusión de géneros utilizada por Sting con momentos en los que trae a memoria otros de sus clásicos, como por ejemplo, Demolition Man.

La edición regular de Symphonicities cierra con The Pirates Bride, interpretada a dueto con Jo Lawry en forma maravillosa. No alcancé a conocer la versión original de la canción que solamente puede conseguirse como como lado B del sencillo You Still Touch Me de 1996 pero luego de escuchar ésta, surgió en mi la duda de porque no tuvo mayor relevancia en la carrera del artista. Asimismo, al tener en cuenta que la duración del álbum no alcanza la hora, hubiera sido interesante una mayor prolongación de la pieza, quizás en la parte final con un cierre instrumental con predominio de cuerdas.

Las otras reinterpretaciones que Sting grabó para este álbum se hallan dispersas en las otras versiones del mismo, tanto las físicas como las puestas a disposición del público a través de Internet y nos remiten exclusivamente a los trabajos en solitario del cantautor. Estas son Straight From My Heart (aparecida en Nothing Like The Sun), Why Should I Cry for You? (de The Soul Cages) y Whenever I Say Your Name (incluida en la edición asiática de Sacred Love)

Ahora dependerá de ustedes el hacerse de su copia para saber si disfrutarán de ella en la misma forma que yo lo he hecho...

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